Turismo deportivo: El cambio de juego de cara a 2026
- Vanessa Mariscal

- 19 ago
- 3 Min. de lectura

En todo el mundo, el turismo deportivo está reescribiendo las reglas del juego de los viajes. Ya no se trata sólo de asientos en los estadios y resultados finales, sino que los grandes acontecimientos deportivos impulsan economías enteras, remodelan ciudades e inspiran a los viajeros a descubrir culturas de forma inolvidable.
Desde Juegos Olímpicos y carreras de Fórmula 1 hasta maratones de categoría mundial, campeonatos de golf y abiertos de tenis, el deporte se está convirtiendo en uno de los imanes más poderosos para el turismo internacional. Y en el horizonte, un acontecimiento se alza por encima de todos ellos: la Copa Mundial de la FIFA 2026.
Por qué la Copa Mundial de 2026 será histórica
Por primera vez en la historia la Copa Mundial se extenderá por tres países -Canadá, Estados Unidos y México- y acogerá en su escenario a 48 equipos. Esta expansión no sólo la convierte en la mayor Copa del Mundo jamás celebrada, sino también en un escaparate único de diversidad cultural, unidad y potencia turística mundial.
Se esperan millones de visitantes, lo que creará una demanda sin precedentes de hoteles, vuelos, restaurantes y ocio.
Se prevén ingresos multimillonarios en los sectores del turismo, el comercio minorista y los servicios, con un efecto dominó que perdurará mucho después del pitido final.
Las ciudades se están modernizando, mejorando las infraestructuras, el transporte y la tecnología para dejar un legado duradero.
Para México, en particular, el torneo es algo más que fútbol: es una oportunidad para poner de relieve sus playas, su gastronomía y su patrimonio cultural, al tiempo que desbloquea inversiones y crea puestos de trabajo.
Más allá del fútbol: El turismo deportivo en alza
La Copa del Mundo es sólo el titular de una historia más amplia. En todo el mundo, el turismo deportivo es una de las tendencias de viaje de más rápido crecimiento:
Los Juegos Olímpicos inspiran a las naciones y transforman las ciudades anfitrionas en iconos mundiales.
Maratones como los de Nueva York, Berlín y Ciudad de México atraen a miles de corredores y espectadores, convirtiendo los fines de semana de carreras en festivales urbanos.
Formula 1 Grand Prix in Mexico, Austin y Montreal encienden semanas de actividad, mezclando deporte, lujo y turismo de estilo de vida.
Los circuitos de golf y tenis atraen a viajeros de alto valor que combinan la pasión con estancias prolongadas.
Cada uno de estos acontecimientos demuestra que el turismo deportivo no sólo llena estadios, sino también hoteles, restaurantes, museos y empresas locales con energía y oportunidades.
El futuro del turismo deportivo
Lo que hace tan poderoso al turismo deportivo es su capacidad para combinar tres de las cosas que más ansían los viajeros:
Emoción: la emoción de animar a tu equipo rodeado de aficionados de todos los rincones del mundo.
Conexión: descubrir culturas, comidas y tradiciones mientras se celebra el lenguaje universal del deporte.
Legado: dejar tras de sí infraestructuras mejoradas, nuevos puestos de trabajo y visibilidad mundial para las ciudades anfitrionas.
La Copa Mundial de 2026 se convertirá en el escenario definitivo de esta transformación. Será un ejemplo vivo de cómo el deporte y el turismo pueden unir a las personas, impulsar la innovación y generar prosperidad.
En resumen
El turismo deportivo ha dejado de ser una historia secundaria para convertirse en protagonista del futuro de los viajes mundiales. La Copa Mundial de la FIFA 2026 lo demostrará, no sólo ofreciendo un torneo inolvidable, sino también
Impulsando un crecimiento económico masivo.
Modernizando ciudades e infraestructuras.
Inspirando a millones de viajeros a experimentar Norteamérica de nuevas maneras.
En los próximos años, los gobiernos, las oficinas de turismo y las empresas que adopten este movimiento estarán a la vanguardia de una nueva era: en la que cada acontecimiento deportivo no es sólo una competición, sino un viaje que transforma destinos y vidas.




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