Gestión del turismo excesivo: Una inmersión profunda en el informe del CMVT
- Vanessa Mariscal
- hace 1 día
- 3 Min. de lectura

No cabe duda de que el turismo es uno de los sectores económicos más potentes del mundo. Genera empleo, impulsa el crecimiento local, fomenta el intercambio cultural y, cuando se gestiona de forma responsable, puede convertirse en un motor de desarrollo sostenible.
Sin embargo, en los últimos años ha quedado claro que el turismo también conlleva riesgos. Mal gestionado, puede poner a prueba a las comunidades, agravar las desigualdades y degradar los destinos que atraen a los viajeros. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (CMVT), que representa al sector privado mundial de viajes y turismo, aborda este reto en su informe “Managing Destination Overcrowding.” El documento ofrece una hoja de ruta estructurada, basada en pruebas y centrada en las personas, para hacer frente al turismo excesivo.
El contexto: Crecimiento sin planificación
El turismo se ha expandido rápidamente, a menudo sin una planificación adecuada. Ciudades icónicas como Venecia, Barcelona, Dubrovnik y Ámsterdam han pasado de ser historias de éxito mundial a estudios de casos de masificación, tensiones sociales y estrés medioambiental.
El CMVT insta a los destinos a pasar de respuestas reactivas a estrategias proactivas e integradas que replanteen la relación entre turismo, comunidades y territorio.
Seis pilares para gestionar el turismo excesivo
1. Organizarse eficazmente
La fragmentación de la gobernanza es uno de los mayores obstáculos. El informe aboga por plataformas de gobernanza integradas en las que participen los sectores público y privado, las comunidades locales y los grupos ecologistas. Éstas deben disponer de recursos estables, legitimidad y poder real de decisión. Ejemplos como VisitFlanders y el modelo de Barcelona demuestran que, con voluntad política y una visión a largo plazo, la gobernanza colaborativa es factible.
2. Planificar con propósito
Los destinos no pueden dejar su futuro únicamente en manos de las fuerzas del mercado. El WTTC hace hincapié en la planificación estratégica creada conjuntamente con los residentes, alineando el turismo con las agendas urbanas, sociales y medioambientales. Ejemplos como "El fin del turismo tal y como lo conocemos" de Copenhague o el rediseño de la experiencia del visitante de Atenas muestran cómo la planificación puede transformar la relación entre visitantes y locales.
3. Basar las decisiones en pruebas
"No se puede gestionar lo que no se mide". Con demasiada frecuencia, las decisiones se basan en la percepción o la presión mediática. El informe insta a los destinos a recopilar datos e indicadores pertinentes: flujos de visitantes, sentimiento de los residentes, zonas frágiles y presiones sobre los recursos. Ciudades como Benidorm (gestión del agua) y Dubrovnik (seguimiento de cruceros) ya están aplicando soluciones basadas en datos con resultados positivos.
4. Manténgase alerta
No basta con recopilar datos; hay que supervisarlos continuamente. El WTTC aboga por un seguimiento en tiempo real, sistemas de alerta temprana y plataformas digitales. Y lo que es más importante, la voz de los residentes debe incluirse como indicador clave.
5. Invertir con prudencia
El turismo no consiste sólo en recaudar nuevos impuestos. El turismo ya genera importantes ingresos fiscales; el reto consiste en garantizar la reinversión donde más se necesita.El WTTC destaca las 4R de la gestión financiera: Reinventar, Reservar, Responsabilidad e Informar. Los casos de éxito de las Islas Baleares e Islandia demuestran que una reinversión transparente mejora tanto el bienestar de la comunidad como la percepción del turismo.
6. Capacitar a las comunidades
El turismo no tiene futuro si no beneficia a quienes viven en los destinos. La capacitación debe ser psicológica (orgullo del lugar), económica (oportunidades justas) y política (participación significativa). Ejemplos como Revelstoke, VisitScotland, e Intrepid Travel ilustran cómo la propiedad compartida transforma el turismo en una fuerza positiva.
Reflexión final
El crecimiento del turismo no debe medirse sólo por el número de llegadas, sino por la calidad de vida, la equidad y la sostenibilidad. El marco de seis pilares del CMVT no es una solución rápida, pero proporciona una hoja de ruta pragmática para las ciudades, regiones y países que quieran tomarse en serio el futuro del turismo.
El turismo excesivo es un reto acuciante, pero también es una oportunidad para construir un modelo más justo, más resistente y más sostenible, en el que el turismo fortalezca, en lugar de socavar, las comunidades y los lugares que amamos.
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